Navegabilidad

La navegabilidad de una página web se refiere a la facilidad con que un usuario puede desplazarse por ella. Si tu página web es clara y sencilla, ofrece al usuario una experiencia satisfactoria.

Una página web tiene un nivel óptimo de navegabilidad cuando su interfaz le responde al usuario las siguientes preguntas:

• ¿Dónde estoy?
• ¿De dónde vengo?
• ¿Dónde debería ir?

Estas tres preguntas son las que se harán (inconscientemente y en apenas décimas de segundo) todas aquellas personas que visiten tu web. Si quieres que tus usuarios continúen navegando, necesitas ahorrarles esfuerzo y darles respuesta en todo momento.

El reto consiste en evitar que tus usuarios experimenten cualquiera de estas situaciones mientras navegan:

• Perder tiempo tratando de encontrar lo que quieren
• Quedar “atrapados”, sin visualizar una salida clara
• No ser capaces de volver a donde estaban
• Numerosos y complicados clics para hacer cosas simples

Utiliza un "mapa de navegación" para que no se pierdan los usuarios

De la misma manera que en un museo sabemos dónde encontrar las obras de arte que hemos ido a visitar gracias a las diferentes señales, carteles y símbolos diseminados por todo el recinto, tu web debe guiar a tu cliente hacia dónde quiere ir, proporcionándole una brújula que en todo momento le indique la posición en la que se encuentra.

Existen algunos principios básicos a partir de los cuales deberías medir la navegabilidad de tu web:

• La estructura interna: ¿tu web está organizada de manera lógica y ordenada? Categorizar tus contenidos correctamente en niveles de importancia, en secciones y en subsecciones es vital para facilitar la búsqueda de información a tus usuarios.
• La localización: los visitantes de tu web deben poder identificar, en todo momento, en qué lugar de la página se encuentran. Esto adquiere una especial relevancia para aquellas páginas con abundancia y diversidad de contenidos. En este sentido, un sitemap es una herramienta poderosa para conseguirlo.
• El contexto: el diseño de tus páginas deben diferenciar las diferentes secciones que la componen. Tanto se trate de la cabecera, del espacio que dediques a tus redes sociales, al enlace mediante el que ofrezcas la posibilidad de contactarte, los colores, los tamaños y las formas deben ser diferenciadores y al tiempo integrarse armónicamente en el conjunto.
• Los clics acumulados hasta el destino: una de las señales que indican una estructuración caótica o excesiva es el número de clics que los usuarios deben hacer para llegar a donde desean. En principio, 3 clics deberían bastar para que tus visitantes accedan a cualquier parte de tu web.