Aunque a la hora de conseguir un buen posicionamiento para nuestra web hay que tener en cuenta un conjunto muy amplio de factores como el diseño, la usabilidad o la programación optimizada para buscadores, hoy en día ya (casi) nadie duda de que el contenido es lo primordial. Y decimos un buen posicionamiento porque no nos referimos únicamente al SEO, sino también a la fantástica cobertura que se puede conseguir en las redes sociales. Y es que estos dos conceptos están vinculados: cuanto más social sea tu contenido, mejor posicionamiento orgánico obtendrá tu web y, cuanto mejor posicionado esté tu contenido, más fácilmente podrá ser compartido y viralizado.
Muchos tenemos muy presente al panda de Google. Un algoritmo que, encarnado en la forma de este simpático animalito, apareció en febrero del 2011 y alteró el posicionamiento de multitud de webs (tanto de manera positiva como negativa), obligándonos a centrar y redoblar nuestros esfuerzos por conseguir contenido de calidad y mejorar la manera cómo presentamos este contenido a nuestro público. Además, hay que estar atentos con la actualización de Google Panda para este año, porque seguro que también dará mucho que hablar. Al parecer, Matt Cutts y sus colaboradores se han propuesto depurar al máximo la calidad del contenido que circula en Internet y premiar a quien realmente se lo trabaje (eso sí, siguiendo siempre sus normas).
Aquí te recopilamos una serie de puntos que te serán muy útiles para definir y optimizar tus contenidos, al tiempo que podrás seguir las “directrices” del algoritmo de Google Panda para evitar ser penalizado y escalar posiciones y mejorar tu posicionamiento:
Prepara una sólida estrategia.
¿Quién es el público al que quieres dirigirte? ¿Qué es lo que le gusta? ¿Qué estilo utilizarás? ¿Estás al día de las últimos avances? ¿Contrastas tus fuentes? Como para toda acción de marketing, es esencial una estrategia previa que responda a estas preguntas.
El contenido, cuanto más fresco mejor.
El primer iPhone supuso una auténtica revolución, pero hoy en día está desfasado por nuevos modelos de Apple o por su competencia. Lo mismo pasa con el contenido, por lo que a Google le gustan las noticias frescas, valorando mejor a quien actualiza su contenido regularmente.
Equilibrio entre Calidad y Cantidad.
No se trata únicamente de contenido, sino de contenido relevante para aquellos que hayan aterrizado en tu web, o sean susceptibles de visitarla en algún momento. Por otro lado, poca profundidad al desarrollar el contenido equivale para Google a escaso conocimiento de los temas tratados y, por lo tanto, considerarlo ese contenido como de poca relevancia.
Hay que escribir para humanos.
Tanto a Google como a los usuarios no les gusta que: repitas keywords excesivamente, una pobre gramática, texto confusos o las faltas de ortografía. ¡Rayos! ¿Quién pondría en el teclado las letras “v” y “b” tan cerca?
Todo es importante
Además de texto, tu contenido se puede componer de varios elementos como fotos, animaciones o vídeos. Y de la misma manera que podemos optimizar el texto con los anchor texts, los meta o los destacados, también podemos sacarle todo el jugo a los demás elementos de nuestro contenido.
Cuidado con el contenido duplicado.
No seamos vagos, copiones, ni nos pasemos de listos. Además de las consecuencias legales como de reputación online, si copias contenidos de otros sites Google se dará cuenta tarde o temprano y te penalizará sin piedad.
Seguir todas estas recomendaciones no es fácil. Requieren tiempo, dedicación y paciencia. Pero de lo que puedes estar seguro es de conseguir buenos resultados. Además de un buen producto o servicio, disponer de contenido relevante en tu web es, a la larga, una de las estrategias más rentables para conseguir un público fiel y generar engagement.